Sé Humilde, Bondadoso, Modesto, Generoso y Respetuoso. Nunca seas rencoroso. La humildad denota gratitud y un buen trato a los otros, sin importar su condición. Aquel que se cuestiona el valor de la humildad necesita mirar el cielo en la noche y considerar la infinitud del Universo y el pequeño rol que desempeñamos en él. La existencia terrenal del hombre es, solamente, una minúscula fracción del tiempo universal. ¿Cómo entonces no ejercer la humildad?Ser bondadoso es ser sencillo. El individuo puede expresarse con arrogancia y rudeza o con modestia y amabilidad. Las palabras amables nos ayudan a conseguir el objetivo y generar una respuesta adecuada. Las recompensas que trae el hábito perseverante de la bondad son vastas. Las palabras iracundas y engreídas generan miedo y desequilibrio y tienen un efecto negativo en todas las personas involucradas.
La modestia es la consecuencia lógica de la humildad y la bondad. Nada, ni siquiera la realización más sorprendente debe alterar un carácter modesto. La modestia templa cualquier tendencia hacia la fanfarronería, el orgullo o rudeza sin desmeritar el gozo del éxito. Cuando las cualidades de la humildad y modestia están verdaderamente activas en la personalidad, se evita el riesgo de la falsedad.
Hay dos tipos de generosidad que deben ser bien entendidas. El primer tipo está unido a la riqueza material. Si se evita la avaricia y/o el egoísmo, es fácil ser generoso en cuanto a lo material, y quien está en condiciones de hacerlo, lo hace cómodamente. Este tipo de generosidad puede traer grandes satisfacciones. El segundo tipo de generosidad es aquél que proviene del corazón. Esta generosidad es accesible a todos y puede ser más fácil de actuar. La generosidad que se centra en el corazón es un regalo de uno hacia los demás; implica, no sólo el deseo de asistir a los demás sino también el deseo de perdonar y la decisión de soltar aquello que ha sucedido, o continua sucediendo y que resulta desagradable. Es el gozo del amor, y amar a los demás por quiénes son y en dónde están, con sus miles de cualidades y defectos. La generosidad que proviene del corazón actúa de acuerdo con el espíritu de servicio. Un individuo tal vez necesite deshacerse de viejos hábitos antes de que la generosidad pueda ser obtenida. Esto es verdad, porque esta generosidad no puede mantenerse en presencia del egoísmo, el orgullo y la insensibilidad. El respeto hacia los demás, es una extensión del respeto hacia uno mismo. El Cabalista practica el respeto hacia sí mismo; y por tanto, acepta y respeta a los otros tal y como son, sin importar sus actitudes y comportamientos.
Nunca seas rencoroso. Trata de recordar los momentos en los cuales fuiste rencoroso; trata de definir el porqué y cómo manifestaste tu rencor. Luego, trata de identificar los motivos que te llevaron a actuar de ese modo.
Sólo a través de un proceso de identificar nuestras motivaciones y controlarlas, seremos capaces de cambiar y vivir de acuerdo con el mandato “nunca seas rencoroso”.
Joseph Michael Levry, fundador del Naam Yoga
La modestia es la consecuencia lógica de la humildad y la bondad. Nada, ni siquiera la realización más sorprendente debe alterar un carácter modesto. La modestia templa cualquier tendencia hacia la fanfarronería, el orgullo o rudeza sin desmeritar el gozo del éxito. Cuando las cualidades de la humildad y modestia están verdaderamente activas en la personalidad, se evita el riesgo de la falsedad.
Hay dos tipos de generosidad que deben ser bien entendidas. El primer tipo está unido a la riqueza material. Si se evita la avaricia y/o el egoísmo, es fácil ser generoso en cuanto a lo material, y quien está en condiciones de hacerlo, lo hace cómodamente. Este tipo de generosidad puede traer grandes satisfacciones. El segundo tipo de generosidad es aquél que proviene del corazón. Esta generosidad es accesible a todos y puede ser más fácil de actuar. La generosidad que se centra en el corazón es un regalo de uno hacia los demás; implica, no sólo el deseo de asistir a los demás sino también el deseo de perdonar y la decisión de soltar aquello que ha sucedido, o continua sucediendo y que resulta desagradable. Es el gozo del amor, y amar a los demás por quiénes son y en dónde están, con sus miles de cualidades y defectos. La generosidad que proviene del corazón actúa de acuerdo con el espíritu de servicio. Un individuo tal vez necesite deshacerse de viejos hábitos antes de que la generosidad pueda ser obtenida. Esto es verdad, porque esta generosidad no puede mantenerse en presencia del egoísmo, el orgullo y la insensibilidad. El respeto hacia los demás, es una extensión del respeto hacia uno mismo. El Cabalista practica el respeto hacia sí mismo; y por tanto, acepta y respeta a los otros tal y como son, sin importar sus actitudes y comportamientos.
Nunca seas rencoroso. Trata de recordar los momentos en los cuales fuiste rencoroso; trata de definir el porqué y cómo manifestaste tu rencor. Luego, trata de identificar los motivos que te llevaron a actuar de ese modo.
Sólo a través de un proceso de identificar nuestras motivaciones y controlarlas, seremos capaces de cambiar y vivir de acuerdo con el mandato “nunca seas rencoroso”.
Joseph Michael Levry, fundador del Naam Yoga
La primera persona que liberamos, cuando somos humildes, es a nosotros mismos. Todo lo que sembramos luego lo cosechamos.
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