Madres, Padres, Hijos



Lactancia y sustancias tóxicas...

Aunque haya productos que se han prohibido como los COPs, los compuestos tóxicos en general aumentan con la edad, son superiores en personas obesas por acumulación en los tejidos grasos, y en el sexo femenino excepto en los casos de mujeres multíparas que hayan dado lactancia materna, porque depuran estos compuestos pasándoselos a su bebé.

"Nuestros niños nos escuchan, nos comprenden y protegen"

“Todo ser humano tiene la misma capacidad de comprensión desde el día de su concepción hasta el día de su muerte” dijo hace muchos años la pediatra y psicoanalista francesa Francoise Dolto. La comprensión no tiene que ser demostrada con una respuesta verbal. Que los niños pequeños no puedan utilizar el lenguaje verbal, no significa que no lo comprendan. ¿Por qué es necesario hablarles? Porque la verdad concreta dicha con palabras organiza el entendimiento de los niños y construye la estructura emocional sostenida por la lógica. Las palabras con sentido lógico son mediadoras entre los niños y el mundo.  A diferencia de las personas grandes, ellos no cuentan con el concepto abstracto de tiempo y espacio, por lo tanto las situaciones más banales tienen que ser anunciadas una y otra vez antes de que sucedan. Incluso a los niños un poco más grandes los podemos ayudar con referencias puntuales, por ejemplo “antes de comer va a suceder tal cosa, cuando vuelva papá de trabajar haremos tal otra”. Tomemos como ejemplo la comunicación entre adultos: Si mi pareja me anuncia: “esta noche regreso a las tres de la mañana”, me está informando sobre algo puntual, pero no es suficiente explicación lógica para mí, entonces no acepto que regrese tan tarde a casa porque no es costumbre dentro de nuestros acuerdos matrimoniales. En cambio si me especifica: “esta noche volveré a las tres de la mañana porque participaré en una cena de empresarios prevista para comenzar a medianoche”, cuento con suficiente información para organizar mi entendimiento, aunque no sea agradable para mí. Fundamentalmente comprendo de qué se trata. Es vital comunicar a los niños la verdad exterior con lujo de detalles, tratando de percibir el mundo desde los ojos de ese niño, porque cada momento es infinito, cada sensación es eterna. La magia de las palabras logra acercar el mundo sutil del niño pequeño y el mundo concreto de los adultos. Usemos las palabras, ya que traducen lo que pasaLas madres permanecemos muchas horas a solas con los bebés. Es el período ideal para hablar previniendo a los bebés sobre todo lo que va a acontecer, por ejemplo: “ahora te voy a cambiar los pañales, tal vez sientas frío”, “vamos a salir a pasear y tengo que abrigarte”, o “vamos a ir juntos al supermercado, allí hay ruido, luces fuertes y demasiada gente”. Cada suceso por más banal que parezca, al ser anunciado, lo predispone y le otorga confianza hacia lo que va a acontecer. De esta manera las palabras con sentido lógico del adulto se convierten en mediadores entre el mundo externo y el interno. Hablar con los niños es sencillo, es igual que hablar con otro adulto.

El amor es el centro de nuestra vida. Y la verdad es el eje de la comunicación. De hecho “hablar con el corazón” es contar la verdad interior. La verdad interior transmite lo que me pasa, lo que siento, lo que deseo, lo que temo. Si somos capaces de mirarnos dentro sin prejuicios, si nos conectamos sencillamente con lo que nos sucede y si no lo valoramos como bueno o malo, entonces estaremos relacionándonos con nuestra verdad interior, que es la expresión del alma. Los adultos necesitamos comprender nuestros sentimientos para  amigamos con lo que nos pasa y atravesar cada situación con mayor entendimiento. Del mismo modo, los bebés y niños pequeños fusionados en la emoción de la madre, podrán comprender, organizar sus sensaciones y acompañar los sentimientos de su madre si saben de qué se trata. Esto es posible cuando la madre nombra lo que le pasa. Decir la verdad, toda la verdad del corazón, es hacerse cargo de lo propio para liberar al bebé de su angustia y su permanente obligación de manifestar lo que la madre siente pero todavía no ha expresado. 
Por ejemplo: Termina la baja maternal de una mujer quien debe regresar al trabajo. Organiza correctamente el cuidado de su bebé de tres meses. La noche previa al comienzo de su jornada laboral, el bebé sufre un espasmo respiratorio... ¿Acaso ha sido un acontecimiento imprevisible? No, es tan frecuente como la falta de reconocimiento de la angustia que provoca en una madre el hecho de dejar a su bebé tan pequeño durante tantas horas. El bebé siente la misma angustia y se hace cargo de manifestarla. En este caso ¿qué significaría decir la verdad?: Decir la verdad al bebé es reconocer antes que nada esta situación ambivalente: “necesito o deseo trabajar, pero también me angustia y me atemoriza dejarte al cuidado de otra persona “.  O bien, “Quiero irme pero también sufro por dejarte”. Reconocer lo que nos pasa y comunicar lo que nos pasa, le permite al bebé comprender y organizar lo que nos sucede a ambos. De lo contrario el bebé se hace cargo de comunicarlo, él realiza la angustia a través de la manifestación del síntoma. En otras palabras, el bebé nos obliga a conectarnos con la verdad, porque de lo contrario la materializa, la “expresa” en el plano físico, o en otras palabras: somatiza.

Puede resultarnos una pesada tarea estar dando explicaciones a los niños permanentemente, sin embargo resulta facilitador para los vínculos. Poco a poco convierte a los niños en seres que acompañan  con fluidez las decisiones y necesidades de los padres porque le encuentran sentido. Con el correr del tiempo las explicaciones serán  más cortas y precisas ya que el niño incorpora conceptos de tiempo y espacio. El bebé necesita cada día la palabra de la madre que medie en la ausencia o ante cada situación nueva. En cambio un niño de tres años y medio que  maneja con soltura el lenguaje verbal, “ya sabe” que cuando la madre dice “me voy a trabajar” tiene todo el sentido que le ha venido dando con muchas palabras llenas de significado durante esos tres años.

En busca de la propia verdad: la verdad siempre va precedida de la palabra “yo”. Porque la verdad es personal, responde a lo que me pasa, lo que siento, lo que deseo. No es una opinión, ni está supeditada a lo correcto o incorrecto. Los niños están tan cerca de nuestro corazón, tan unidos a la verdad íntima, que se convierten en traductores exactos. Vale la pena prestarles atención, o al menos hacernos las preguntas pertinentes. Sólo sabiendo qué es lo que nos pasa, estaremos en condiciones de narrar nuestra verdad a nuestros hijos.

La verdad siempre hace referencia a nuestra intimidad, es decir al interior de nuestro mundo emocional. Es la instancia que desnuda las emociones: el amor, el rechazo, el miedo, la alegría, la nobleza, la pasión, la rabia, la angustia, el dolor, la esperanza. La intimidad no se refiere a las prácticas sexuales, ni a la vida cotidiana como el hecho de trabajar, estudiar, comer, dormir, pasear o relacionarse con otros. ¿Pero qué tienen que ver los niños con nuestras íntimas verdades? Comprenderemos la profunda relación entre los pequeños y los adultos, si tomamos en cuenta que los niños pequeños son seres fusionales, es decir que viven dentro del mundo emocional de las personas que los crían. Cuando son muy pequeños, viven fusionados a la emocionalidad de la madre o de la persona maternante, y en la medida que van creciendo y van entrando en relación con otras personas (padre, hermanos, abuelos, maestras, amigos) se fusionan también con los mundos emocionales de los demás. Es decir: indefectiblemente forman parte del territorio afectivo de quienes los rodean. La verdad es liberadora y aporta confianza: por eso, aquello que nos sucede, les pertenece. También les pertenece lo que nos ha sucedido en el pasado, porque para nuestra organización emocional, el tiempo no existe. Si hemos experimentado situaciones dolorosas incluso durante nuestra infancia, hoy en día vibran aún en nuestro interior. Y es eso, justamente eso, lo que el niño vive como propio. Así las cosas, el niño merece comprender eso que siente como una evidencia. Nuestras palabras no van a traerle ninguna noticia reveladora, simplemente van a confirmar lo que el niño ya sabía. Y eso es increíblemente liberador, además de aportarle mucha confianza; porque el niño constata que lo que siente y lo que los adultos nombran, coincide. Comprendamos que el niño está completamente involucrado en nuestra vida personal, por lo tanto, no podemos tratarlo cono si fuera un extraño. El niño tiene derecho a saber al menos, lo que nosotros mismos hemos logrado comprender.


Conceptos clave:

HABLAR CON EL BEBÉ -EL NIÑO: Françoise Dolto: decía que el ser humano tenía la misma capacidad de comprensión desde el día de su concepción hasta el de su muerte. Hablaba con las madres y les pedía que le contaran sus experiencias, sus momentos malos y buenos, y después todo eso se lo narraba al niño. Porque, agregaba, el niño merecía saber porque tenía la capacidad de comprender. Recordándola me propuse que una de mis tareas como terapeuta sería enseñarles a las madres ir en busca de su propia verdad para que luego, ellas mismas, la transmitieran a sus hijos. Hablemos: Tomemos la costumbre de hablar con los niños, por pequeños que sean. Cada mañana contémosles cómo será el día. Si tenemos que dejarlos, expliquémosles qué harán ellos en nuestra ausencia, qué van a comer, adónde van a ir a pasear. Y más imprescindible aún hablemos sobre lo que nos pasa, lo que sentimos, sobre el origen de nuestras preocupaciones, los motivos de nuestras alegrías. Hablemos porque nuestros niños nos escuchan, nos comprenden y protegen.

FUSIÓN EMOCIONAL: el niño y la madre forman una unidad denominada fusión emocional. Es decir que si la madre oculta una parte de su verdad el niño lo percibe, porque la sabe. Y la mayoría de las madres no conoce toda su verdad, sabe la más inmediata, la que acepta su cultura. Pero está la otra, la sombra, que es necesario sacar a la luz para integrarla a la vida. Muchas madres ni siquiera sospechan que esa parte oscura existe y que una de sus tareas como seres humanos es perderle miedo, buscarla y sanarla, para transformarla en parte de su fortaleza.

SOMBRA: es un termino utilizado por Carl Jung para definir las partes desconocidas de nuestra psique y de nuestro mundo espiritual. Estamos formados por una parte luminosa y una oscura, pero nos identificamos con la generosidad y la bondad, y despreciamos los opuestos, el egoísmo y la maldad. La sombra se desarrolla desde la infancia. Todo lo que pertenece al subconsciente. 

DOULA: en indi, significa mujer experimentada, y es una profesional capacitada para resolver problemas. 

MATERNIDAD Y PUERPERIO: desencadenan una verdadera conmoción tanto en la mujer como en el recién nacido y en la pareja. Se produce un cambio fundamental de consecuencias insospechadas. Por lo tanto son momentos que deben ser vividos con sumo cuidado y dedicación. Lamentablemente, en nuestra cultura, con el vértigo que nos caracteriza, quemamos etapas. Expulsamos a la madre, que en 45 días debe volver a trabajar, estar linda, sin rastros de su maternidad. Por supuesto, esto es tremendo para el niño que, como dijimos, forma una unidad emocional con ella. Y lo expresa reclamando esa carencia durante toda su vida. Creo que el tiempo mínimo para el puerperio son dos meses, y allí se juega la felicidad del niño y de la familia. Ese niño al no tener carencias afectivas es altruista, generoso. Cuando una madre puede vivir esos momentos en tiempos lógicos, consigue realizarse como madre y reintegrarse a la vida laboral sin culpas, feliz. El padre se arremanga y durante esos dos meses sostiene a su esposa sin pedirle afecto ni ayuda, porque ella es la madre, la que debe cuidar a ese hijo que concibieron juntos, en una de las etapas más importantes de su vida. Según el pediatra Frédérique Leboyer, autor de la idea del parto sin violencia. Dijo: "Ser cargados, acunados, acariciados, tocados, masajeados; cada una de estas cosas es alimento para los niños pequeños. Tan indispensable, si no más, como las vitaminas, sales minerales y proteínas. Si se lo priva de esto, y del olor, el calor y la voz que tan bien conoce, el niño, aunque esté harto de leche, se dejará morir de hambre".

TDA: Trastorno de Déficit de Atención.  Gran cantidad de médicos diagnostican actualmente este trastorno, igual que la hiperactividad, estrés, etc y otras enfermedades nuevas que pretenden dar respuesta a todo, y poner nombre a otras carencias y situaciones de desamparo de los niños y adolescentes. Muchas veces el diagnostico de este trastorno ayuda a tener una vida mejor, otras veces no hace más que empeorar nuestra vida. Se medica a los niños, se les dice que tienen un problema, y todos se lo acaban creyendo.

FAMILIAS ENSAMBLADAS: concepto actual, parejas con hijos provenientes de relaciones anteriores, etc... sólo se corresponde con el concepto de Tribu Familiar, cuando se da la ternura, la comprensión, y el amor de los hijos que no son tuyos. Es el juego de la aceptación de las diferencias.

DESAMPARO: ¿Qué no tuve o qué me faltó cuando era pequeño en mi primera infancia? desde la vivencia del niño, las cosas están igual ahora que antes, los niños en general están en situación de desamparo. El único modo de resolverlo es contactándonos con nuestras verdaderas dificultades emocionales.

El puerperio

El puerperio es el período que va entre el nacimiento del bebé y los dos primeros años, aunque emocionalmente haya una progresión entre el caos de los primeros días y la capacidad de salir al mundo con un bebé a cuestas. Para intentar sumergirnos en los temas energéticos, emocionales y psicológicos del puerperio, es necesario reconsiderar  la duración real de este tránsito. Los famosos 40 días estipulados tienen que ver con una  histórica veda frenta al reclamo sexual del varón. Pero ese tiempo no significa psicológicamente un comienzo ni un final de nada. Por la falta de un pensamiento genuino sobre el “sí mismo femenino” en la situación de parto, lactancia, crianza y maternaje, es necesario desarrollar una reflexión sobre el puerperio basándonos en situaciones que a veces no son ni tan físicas, ni tan visibles, ni tan concretas, pero no por eso son menos reales. Es lo invisible, el submundo femenino, lo oculto, lo que está más allá de nuestro control, más allá de la razón para la mente lógica. Intentaremos acercarnos a la esencia del lugar donde no hay fronteras, donde comienza el terreno de lo místico, del misterio, de la inspiración y la superación del ego. Para hablar del puerperio, tendremos que inventar palabras, u otorgarles un significado trascendental. Para quienes ya lo hemos transitado hace tiempo, nos da pereza volver a recordar ese sitio tan desprestigiado, con reminiscencias a tristeza, ahogo y desencanto.  Recordar el puerperio equivale frecuentemente a reordenar las imágenes de un período confuso y sufriente, que engloba  las ilusiones, el parto tal como fue y no como una hubiera querido que sea, dolores y soledades, angustias y desesperanzas, el fin de la inocencia y el inicio de algo que duele traer otra vez a la conciencia. Para comenzar a armar el rompecabezas del puerperio, es indispensable tener en cuenta que el punto de partida es “el parto”, es decir, la primer gran “desestructuración emocional”. Para que se produzca el parto necesitamos que el cuerpo físico de la madre se abra para dejar pasar el cuerpo del bebé permitiendo un cierto “rompimiento” corporal, que también se realiza en un plano más sutil y energético, correspondiendo a nuestra estructura emocional. Hay un “algo” que se quiebra, o que se “desestructura” para lograr el pasaje de “ser uno a ser dos”. Es una pena que la mayoría de los partos los atravesemos con muy poca conciencia con respecto a este “rompimiento físico y emocional”. Ya que el parto es sobre todo un corte, un quiebre, una grieta, una apertura forzada, igual que la irrupción de un volcán que gime desde las entrañas y que al despedir sus partes profundas destruye necesariamente la aparente solidez, creando una estructura renovada. Después de la “irrupción del volcán” (el parto) las mujeres nos encontramos con el tesoro escondido (un hijo en brazos) y además con insólitas piedras que se desprenden como bolas de fuego (nuestros “pedacitos emocionales”, o nuestras partes desconocidas)  rodando hacia el infinito, ardiendo en fuego y temiendo destruir todo lo que rozamos. Los “pedacitos emocionales” van quemando lo que encuentran a su paso. Miramos azoradas sin poder creer la potencia de todo lo que vibra en nuestro interior. Incendiando y cayendo al precipicio, suelen  manifestarse en el cuerpo del bebé (como una llanura de pasto húmedo abierta y receptora). Son nuestras emociones ocultas que despliegan sus alas en el cuerpo del bebé rozagante y disponible. Como un verdadero volcán, nuestro fuego rueda por los valles receptores. Es la sombra, expulsada del cuerpo. Atravesar un parto es prepararse para la erupción del volcán interno, y esa experiencia es tan avasallante que requiere de mucha preparación emocional, apoyo, acompañamiento, amor, comprensión y coraje por parte de la mujer y de quienes pretenden asistirla. Sin embargo pocas veces las mujeres encontramos el acompañamiento necesario para introducirnos luego en esa herida sangrante, aprovechando este momento como punto de partida para conocer nuestra renovada estructura emocional (generalmente bastante maltrecha, por cierto) y decidir qué haremos con ella.  El hecho es que -con conciencia o sin ella, despiertas o dormidas, bien acompañadas o solas, incineradas o a  salvo- el nacimiento se produce. Lamentablemente hoy en día consideramos el parto y el post-parto como una situación puramente corporal y del dominio médico. Nos sometemos a un trámite que con cierta manipulación, anestesia para que la parturienta no sea un obstáculo,  drogas que permiten decidir cuándo y cómo programar la operación, y un equipo de profesionales que trabajen coordinados, puedan sacar al bebé corporalmente sano y felicitarse por el triunfo de la ciencia. Esta modalidad está tan arraigada en nuestra sociedad que las mujeres ni siquiera nos cuestionamos si fuimos actrices de nuestro parto o meras espectadoras. Si fue un acto íntimo, vivido desde la más profunda animalidad, o si cumplimos con lo que se esperaba de nosotras. Si pudimos transpirar al calor de nuestras llamas o si fuimos retiradas de la escena personal antes de tiempo. En la medida que atravesemos situaciones esenciales de rompimiento espiritual sin conciencia, anestesiadas, dormidas, infantilizadas y asustadas... quedaremos sin herramientas emocionales para rearmar nuestros “pedacitos en llamas”, permitiendo que el parto sea un verdadero pasaje del alma. Frecuentemente, así iniciamos el puerperio: alejadas de nosotras mismas. Anteriormente describíamos la metáfora del volcán en llamas, abriendo y resquebrajando su cuerpo, dejando al descubierto la lava y las piedras. Análogamente, del vientre materno, surge el bebé real, y también el interior desconocido de esa mamá, que aprovecha el rompimiento para colarse por las grietas que quedaron abiertas. Esos aspectos ocultos encuentran una oportunidad para salir del refugio. La sombra ( es decir, cualquier aspecto vital que cada mujer no reconoce como propio, a causa del dolor, el desconocimiento o el temor) utiliza el quiebre para salir de su escondite y presentarse triunfante en la superficie. El problema para la mamá reciente es que se encuentra simultáneamente con el bebé real que llora, demanda, mama, se queja y no duerme... y al mismo tiempo con su propia sombra (desconocida por definición), inabarcable e indefinible. Pero concretamente ¿con qué aspectos de su sombra se encuentra?. Cada ser humano tiene su personalísima historia y obstáculos a recorrer, por lo tanto sólo un trabajo profundo de introspección, búsqueda personal, encuentro con dolores antiguos y coraje, podrá guiarnos hacia el interior de esa mujer que sufre a través del niño que llora. El puerperio es una apertura del alma. Un abismo. Una iniciación. Si estamos dispuestas a sumergirnos en las aguas de nuestro yo desconocido.

Maternidad

¿Qué requiere todo bebé? Después de 9 meses de embarazo uterino, el bebé al salir pasa por 9 meses de embarazo extra-uterino. El bebé requiere lo mismo fuera, que lo que tuvo dentro. Contacto permanente, alimento permanente, movimiento permanente, amor permanente, confianza y seguridad permanente, ritmo cardíaco de la madre permanente, mirada, leche, ternura, cariño...Maternaje y Paternaje, más que a un Padre y a una Madre. A partir de ahí el bebé manifiesta de adulto su magnífica y exquisita capacidad de amar. Sin roles, sin arquetipos. Seguro de sí mismo. Pero los adultos no estamos en esa situación: normalmente hay una lucha entre las necesidades de los adultos y las necesidades de los niños. Se contraponen las situaciones de desamparo de los adultos, respecto a las necesidades de los niños y bebés. El amor, el dolor, el amparo, el desamparo, entre niños y adultos...desde niños crecemos con la supervivencia de esos patrones subconscientes que reproducimos hasta que morimos si no reparamos dónde activamos dicha conducta. Y es difícil conseguir Maternaje y Paternaje en los tiempos de hoy....porque todos tenemos problemas, todos buscamos ayuda en los demás... y no... a veces hay que alejarnos para poder hacer un Zoom, y mirar los desórdenes que padecemos de falta de sentido en la vida, no podemos mirar los últimos 5 minutos de la película, debemos seguramente mirar las dos horas de la película entera. De la misma manera, deberíamos enfocar nuestras vidas y quizá revisar qué ocurrió en nuestra infancia. Hacer Zoom, y luego volver a focalizarnos. Si mi marido me es infiel, la pregunta es ¿desde cuándo vienes abandonando a tu marido, para que él se vaya con otra?.  Ves siempre al origen del problema, no te quedes con la consecuencia... ni con la enfermedad, ni con el resultado. Ves a la raíz de todo.

No es ni Patriarcado, ni Matriarcado. Apenas existe la Matrifocalidad: en nuestra civilización que debería estar basada en la Tierra, y la Tribu. No puede imperar un punto de vista dominante, poderoso sobre otro: ni del Adulto sobre el Niño, ni del Hombre sobre la Mujer, ni del Poderoso sobre el Desvalido, ni del Guerrero sobre el Dominado. Porque eso es parcial. Depredador. Cuando es todo lo contrario: todo viene de una Matriz. La misma Matriz Energética.

Ser Madre no es solamente parir, igual que ser padre no es sólo traer un sueldo físico a casa. Ser Madre y Ser Padre es mucho más. La Madre requiere afecto y un acompañamiento, una Gran Madre Sabia que la acompañe, sabiduría interna, trabajo personal y sobre todo no dejarse pisotear por ningún discurso depredador, ni ningún Macho Alfa dominante, cuando se presentan los más grandes miedos y oscuridades con la llegada de un bebé. Igual que Ser Padre, es tener una enorme capacidad de aportación afectiva y mirar introspectivamente qué se debe sanar a nivel interno. Es decir, la mujer tiene un ámbito externo en el cual es reconocida públicamente. Profesionalmente, como mujer, socialmente... sin embargo, cuando se inicia su camino con un embarazo, puede pasar perfectamente a ser Invisible y puedes sentirte muy sola. O a ratos, muy poco o nada acompañada. Parece que ciertas personas no ven  a la mujer embarazada hasta que no está apunto de parir. Y la ven sólo como si fuera un puro recipiente del niño. Todo el mundo entonces le pregunta: ¿no has parido todavía?... Es más, en ese momento en el que estás en fechas probables de parto, a menudo es cuando suele llegarte todo un torrente de opiniones, que por cierto, nunca has pedido. Todo el mundo a tu alrededor suele dar 'su propia opinión' depredadora.

Ahí seguimos: Embarazo, Maternidad, Paternidad, invisibilidad de estos roles tan sentidos de corazón... aunque en general, el Padre si suele tener un reconocimiento familiar como sustento indudable, y una actividad profesional y éxito personal en ese sentido que en cambio nadie cuestiona. Igual que la mujer que trabaja fuera, cierto? La mujer es visible, el hombre es visible, pero puede ser que la Madre y el Padre sean Invisibles totalmente. Son tiempos difíciles en los que la Maternidad y la Paternidad han perdido su valor social, que no personal. Igual que el hombre necesita el apoyo de la mujer cuando regresa de trabajar, el Hombre y el Padre no deberían caer en el patrón de conducta automático pero erróneo de dejar a la madre en situación de aislamiento emocional, sino formar una verdadera Tribu familiar.

Traer un hijo al mundo no significa ser verdaderamente una madre o un padre. Maternidad hace referencia explícitamente al hecho biológico que tiene toda mujer de concebir a un hijo. Igual que la Paternidad. En cambio el maternaje y paternaje implican un plus a dicho hecho biológico: tiene que ver con el amor, los cuidados, que le brinda la madre y el padre a su bebé. Toda mujer posee un instinto maternal con mayor o menor potencial de desarrollo, y éste determina que a pesar de que se produzca la maternidad, no necesariamente se va a suscitar el proceso psicoafectivo denominado maternaje, entendido como aquellos cuidados tanto primarios como afectivos que una madre le prodiga a su bebé dentro de un clima de ternura. Con ellos se contruye el vínculo madre-bebé conocido como Díada, que es la matriz de las relaciones posteriores que este bebé desarrollará en su vida, y si esta nueva mamá, ha tenido un vínculo positivo con su madre, y abuela, lo más seguro es que asuma su experiencia de maternidad con optimismo, tranquilidad y alegría, hecho esencial para el futuro desarrollo físico y psíquico del bebé. Un buen lazo se generará siempre y cuando la madre tenga la actitud y predisposición para transmitir cariño y poder contener a su hijo. Es capital concienciar a las madres para que puedan conocer lo que les pasa, romper mitos acerca del embarazo y del parto, para llegar al mismo de la mejor manera posible, para poder ayudarlas a ordenar las emociones originadas en esta nueva y bella etapa que siempre es la maternidad.

Sin embargo, en estos momentos, muchas personas están enfermas, depresivas, mal... ¿Qué pasa si dejo de estar tan mal? ¿La gente dejará de hacerme caso? ¿La gente a mi alrededor dejará de quererme? Todos jugamos y representamos un personaje, un rol, en nuestra vida. Todos tenemos heridas, igual que todos somos mamíferos: todos tenemos una madre.
¿ Estamos dispuestos a conectar con nuestra Alma y mirarnos hacia dentro reconstruyendo nuestra propia biografía de vida? Seguramente eso implica ver muchas cosas que no nos gustan, pero es lo único que funciona. Por ejemplo, respecto a nuestros hijos, lo que mejor funciona, es que nosotros como Padres, hagamos una introspección. Nuestros bebés e hijos sencillamente están en simbiosis perfecta con nuestras emociones. En fusión emocional. Si nosotros no miramos hacia dentro y sentimos y aceptamos nuestras emociones y aquello que sentimos, nuestros niños llorarán, se enfermarán, no dormirán bien, y chillarán ellos por nosotros... Una madre en este sentido suele estar en relación de 'maternaje' o zambullida emocional permanente con el bebé. Se da una fusión emocional total de todos los terrenos, entre abuelos, padres, hijos, y nietos.

El núcleo para entender la conducta humana, es que tenemos que aprender a desarmar o desandar nuestra propia trama del discurso, normalmente suele ser el materno, en el entorno familiar. Alguien en la familia suele decir Patricia es terrible, Pablo es un llorón, Cristina es muy lista, Felipe es muy impulsivo, Santiago tiene muchas alergias... ese es nuestro principal refugio. No es que el discurso materno, paterno, etc no sea cierto, es que hay otros puntos de vista... no es el único. Y cada uno de ellos tiene razón. Se debe ver el entramado completo. Hoy Patricia, Pablo, Cristina y Felipe tienen 50 años, y no saben que se perdieron, se negaron, etc, por el camino....
Si miramos hacia atrás en el tiempo en nuestra infancia, siempre encontramos un 'Yo Engañado', muchos tenemos la historia de 'mamá', 'papá', el abuelo o la abuela. No tenemos una propia historia, no recordamos nada propio. Sin embargo, sí recordamos que por ejemplo, Mamá había abortado, Mamá estaba triste, Mamá, Mamá y Mamá, los abuelos habían sido malos con Mamá, no la habían ayudado, y los abuelos habían hecho tal o cual cosa etc... De ello resulta, que mi Yo Actual, es un personaje que yo adopté inconscientemente, normalmente nos lo pasó mamá, nos lo pasó papá, los abuelos contribuyeron lo suyo, y yo luego le dí lustre...Le sigo dando brillo a estos patrones a día de hoy? ¿´Qué bebé hemos sido? ¿Qué me decían que Yo Era de pequeño?
Dentro de ese 'Yo Engañado', ese discurso es nuestra sombra, nuestro subconsciente, y en él puede aparecer cualquier personaje (se recuerda la lente de quien nos miró... recordemos que cuando somos bebés, nadie lo mira desde nuestra propia lente, todo lo que somos, viene contruído con aquello que nos dicen los demás que somos):
-el Yo armado Víctima (le cuidan, no puede cuidar a los demás)
-el Yo Enfermo/a (pobrecito de mí, necesito que siempre me cuiden)
-el Yo Adicto,
-el Yo Rechazado que se convierte siempre en un Rechazador (adultos que rechazan a los niños, tenerlos aúpa, son adultos que seguro no han tenido ese amor físico, ni crianza con apego durante su infancia),
-el Yo Caperucita Roja (y nos encontraremos seguro casadas con un lobo, al cual acabaremos viendo sus dientes)
-el Yo Blanca Nieves (y tendré los siete enanitos)
-el Yo Caballero Valiente (tengo gente temerosa con muchos miedos a mi alrededor)
-el Yo Soy la única que me creo que sé hacer bien las cosas (porque ese es el entramado, así sólo encontraré inútiles a mi alrededor seguramente)
-el Yo Volada o Happy de la Vida (nunca me entero de nada, así no puedo ayudar a nadie, a ninguna de las personas que más quiero)
-el Yo Soy Buenísima
-el Yo Llorona
-el Yo Terrible
-el Yo Madura
-el Yo que no puedo nada
-el Yo... -perdonad pero es que- Soy Impulsivo (es lo que siempre me han dicho....)
-el Yo Asmático
-el Yo Alérgico
-el Yo Delicado
-el Yo Depresivo Crónico (qué consigue un depresivo crónico, tener a 7-8 familiares pendientes de él o ella)
-el Yo Senil o con Alzheimer (reclamo la atención y cuidados que antes no demandé que me faltaba, sustitutos..., decidí olvidar aquello que me duele porque no me interesa, y me niego a ver mi propia sombra)
-el Yo Agresivo con los demás (mamá o quien fuera no me dió el amor que pedí y he aprendido a reclamarlo de otra manera)
-el Yo me falta AMOR o sustancia materna o paterna que me calme, asi que me lleno con la comida
-el Yo Adictivo al Sexo (vitalidad mal encauzada)
-el Yo Fumador (si no fumo un cigarro, muero. eso es falta de maternaje en período de infancia).
-el Yo No Contacto Emocional (por eso o no me entero de nada, o no escucho, y hablo mucho, y pongo una barrera con las emociones del otro...)
....
o el personaje que sea....

En ese rol en el que somos vistos, soy mirada y amada por quien me nombró. Y entre quien soy que se nombró y lo que verdaderamente Yo Soy, desde el Ser que Soy, hay un abismo. Todos esos personajes son muchísimas muertes espirituales. Si no tengo eso... : ME MUERO.

Si no nos gusta más ese rol, tengo que preguntarme qué es lo que yo genero para atraer esos registros. Y debemos quitarnos ese disfraz. Nosotros debemos cambiar.

Siempre hay algo externo que nos hace saltar.... y esos personajes logran salvarnos aunque sólo sea un ratito. Ahora sí tenemos la oportunidad para entender nuestro desamparo, dejando a nuestros niños en paz.
El bebé cuando nace tiene una serie de necesidades impostergables, que a veces chocan directamente con nuestra necesidad que para nosotros es la más importante. Incluso eso ya sucede durante el mismo embarazo: qué me pasa, soy tonta porque no puedo dormir... noches enteras sin dormir, cuando todo el mundo duerme a tu alrededor. Y a quién le importa? Invisible de nuevo.

Así nuestros bebés, lloran, enferman, se ponen tristes.... y sólo así captan nuestra atención. Si dejo de estar enfermo mamá me dejará de mirar, pero mama asi solo me mira, mientras estoy enfermo... Mamá y Papá solo ven mi enfermedad, mi nerviosismo, mis lloros, no me ven a mí... no ven mi patron de conducta.... que es la dinámica que si no cambio, adoptaré para el resto de toda mi vida.

Por supuesto, el Yo Depresivo, o Yo Enfermo no quiere dejar dicho rol, porque si lo dejasen, perderían el amor materno que nunca tuvieron. Tienen a toda una corte de personas alrededor que dan amor, el amor materno que faltó seguramente.

El discurso del 'yo engañado'

Al construir nuestra biografía humana, aparece una dificultad común: hablamos desde nuestro lugar de identidad, que tiene elaborado un discurso engañado, liderado por nuestro “yo consciente” o personaje. Ese es un obstáculo, ya que el “personaje” es ciego, se da la razón a sí mismo. El “yo engañado” no toma en cuenta ninguna otra perspectiva, por eso, entre todos los “yoes”, es el que menos comprende cómo son las cosas objetivamente. El “yo engañado” tiene miedo de asomarse al otro lado, porque sabe que tendrá que quitarse las máscaras que lo mantienen calentito en su refugio de cristal. Básicamente, en el armado de una biografía humana –con el que pretendemos buscar material sombrío- aquello que decimos, es decir, lo que el “yo engañado” proclama, no interesa. Es información que el terapeuta estará obligado a descartar. De hecho, la función del terapeuta es mostrar los beneficios y también las desventajas de cada personaje, porque el costo es algo que sentimos pero que no podemos detectar con claridad. Otro objetivo interesante es que nos ayude a traer la voz del otro, sea quien sea ese otro: nuestro hijo, partenaire, vecino, compañero de trabajo o ex suegra; y agregar ese punto de vista. Una vez que todos tienen voz y voto en el armado de nuestro escenario y observando el panorama completo en el que estamos involucrados, preguntaremos: “¿Y ahora qué hago?”. La respuesta honesta de nuestro terapeuta será: “no lo sé”. Lo que sí puede hacer el terapeuta es ayudarnos a trazar algún camino que sea integrador de la sombra. Para eso, es preciso entender nuestro personaje (que en verdad es nuestro mejor refugio), comprender la necesidad de permanecer allí escondidos, los peligros que nos puede acarrear el salir de nuestra cueva, los desafíos que tenemos por delante y los puntos de vista de nuestros hijos, de nuestro cónyuge, de nuestros empleados o de nuestros enemigos (si los tenemos). Sólo entonces podremos decidir si moveremos alguna pieza o no, a favor de todos. Esa es una decisión personal y no le compete al terapeuta. En todo caso, si decidimos arriesgarnos y cambiar, el terapeuta podrá acompañar esos movimientos. ¿Es así de fácil? ¿Se construye la biografía humana y luego ya somos capaces de hacer movimientos que nos traigan mayor felicidad? No. Pero no podemos pretender encontrar soluciones a nuestros problemas sin saber primero, cuál es el personaje que actuamos inconscientemente, sin tener claro el discurso de nuestro “yo engañado”, sin comprender por boca de quién hablamos, ni el nivel de miedo frente al abismo de abandonar el refugio que nos da identidad. La metodología para la construcción de la biografía humana con la intención permanente de revisar los discursos engañados, requiere entrenamiento, arte, empatía y experiencia. Es un trabajo ingrato. Porque generalmente los terapeutas nos encontramos con realidades mucho más hostiles, violentas, inhumanas y feroces de lo que imaginaban los consultantes antes de iniciar este proceso. Estamos en condiciones de asegurar a quienes deseen emprender este camino, que buscar sombra siempre es doloroso. Pero permanecer ciegos duele mucho más. Y más sabiendo que estamos ciegos porque no queremos Ver ni mirar aquello que duele en nosotros mismos.

Fusión emocional Madre- Bebé

La vivencia del bebé amparado: el bebé llega al mundo físico trayendo noticias del mundo sutil, pero paradójicamente las puede transmitir sólo en la medida en que sus necesidades inmediatas del mundo físico se cumplan con precisión. Es incapaz de sobrevivir en el mundo de la luz, sin ser asistido integralmente respecto a toda necesidad física y emocional. Así que ese cuerpecito, que ni siquiera puede sostener su cabeza, pero que como herramienta de supervivencia cuenta con una enorme potencia para succionar el pecho materno, hace exactamente eso: Succiona. Luego, se va acostumbrando a los apabullantes ruidos y molestias de su enorme aparato digestivo que colman la mayoría de sus sensaciones físicas. El bienestar o el malestar hacen toda la diferencia en este tiempo mágico de todo ser humano. Éste es el momento en que se divide la humanidad: entre quienes han recibido resguardo, contención y contacto corporal..., y quienes no.

Los bebés, mientras permanecen en el útero materno, oyen los latidos del corazón de su madre, su voz, las voces de otras personas, los ruidos del entorno. Oyen los ruidos del cuerpo materno digiriendo la comida, riendo, hablando, cantando, respirando, y se van adaptando, de un modo similar a como lo han hecho nuestros antepasados durante millones de años. En el momento de nacer, además del impactante pasaje hacia la respiración a través de los pulmones que se llenan de aire, el bebé pasa también de un ambiente húmedo a uno seco, experimenta un descenso de la temperatura en el entorno, y además los sonidos ya no están amortiguados. Para colmo sufre un cambio radical en su postura: ya no está cabeza abajo, sino que estará acostado o con la cabeza más alta que el resto de su cuerpo. Pero en buenas condiciones, el bebé puede soportar e integrar estas nuevas sensaciones con serenidad y placer. El bebé en este período es más sensible que conciente. En realidad, el bebé es conciente de su estado de bienestar. Si el bebé encuentra refugio y el cuerpo de su madre permanentemente disponible, el paso del tiempo no será una desventaja, como no lo era en la época intrauterina, ya que simplemente se siente bien. El bebé puede vivir en el “eterno ahora”, pegado al cuerpo de su madre, en un estado de beatitud. El período inmediato después del nacimiento es la etapa que más impresiona en la constitución del ser humano. Aquello con lo que se encuentra será lo que luego sentirá que es la naturaleza de la vida. Al abandonar la más completa hospitalidad que ofrece el útero materno, necesita llegar a un solo lugar: los brazos de su madre. Durante millones de años los bebés recién nacidos han mantenido un estrechísimo contacto corporal con sus madres. Y aunque en los últimos siglos los bebés están siendo privados de esta invalorable experiencia, cada nuevo bebé que nace espera encontrarse en ese mismo lugar. El bebé que se reconforta sencillamente en el cuerpo de su madre o de otro ser humano que lo ampara, continúa en armonía y no pierde el contacto con su más allá interior. Es verdad que no basta con acunarlo y sostenerlo físicamente. Sabemos que el niño nace dentro de la fusión emocional con su madre trayendo toda la información de su sombra. Es decir, de lo que la madre no conoce de sí misma. Y lo va a manifestar a través de señales de bebé, generalmente poco comprensibles para el lenguaje adulto. En realidad, las personas grandes no nos hemos dedicado mucho a aprender este lenguaje, restándole importancia a uno de los idiomas más hablados del planeta. Así que sin un buen diccionario a mano, estaremos perdidos con un niño en casa. Cuando lo que el niño trae es manifestación indescifrable de la sombra de su madre, es posible que el pecho no alcance, ni la paciencia ni la dedicación. Pero no significa que no lo siga necesitando. Necesita algo más: liberarse de la sombra de la madre. Lo que consuela dulcemente al niño son las palabras llenas de sentido que la madre pronuncia explicando con claridad qué es lo que ha comprendido de sí misma a partir de sus mensajes. Entonces el confort es total, las palabras suenan finas y delicadas y se instala la seguridad interior. El niño amparado y fusionado sabe que obtendrá lo que necesita. Esa es su experiencia cotidiana, que se repite a cada instante y que conforma una rutina sin sobresaltos. La seguridad interior se establece y posiblemente ya no se mueva nunca más de las entrañas de ese ser. Sentirse seguro, amado, tenido en cuenta, estable y con total confianza en sí mismo y en los demás...es obviamente el tesoro más preciado para el despliegue de su vida futura.

Lamentablemente la mayoría de los bebés humanos –amados- no reciben incondicionalmente lo que piden, porque siempre hay un adulto cerca para no estar de acuerdo y para tener una opinión al respecto.  Generalmente se trata de las mismas madres amorosas que entramos en contradicción con nuestros propios pensamientos. El asunto es que no es un período para pensar. Es un período para entrar en fusión emocional. No hay que buscar razones, ni elegir concienzudamente la mejor opción. No hay reglas a seguir ni consejos aplicables. En estos casos los niños quedan prisioneros de lógicas incomprensibles, alejados de los brazos de sus madres y solos. No estamos dispuestos a hacerles caso a los bebés, que unánimemente explican una y otra vez a través de sus interminables y prístinos llantos, dónde está su lugar. El bebé que no está en contacto con el cuerpo de su madre, experimenta un inhóspito universo vacío que lo va alejando de su anhelo de bienestar que traía consigo desde el período en que vivía dentro del vientre amoroso de su madre. El bebé recién nacido no está preparado para un salto a la nada: a una cuna sin movimiento, sin olor, sin sonido, sin sensación de vida. Esta violenta separación de la díada causa más sufrimientos de lo que podemos imaginar y establece un sin sentido en el vínculo madre-niño. Cuando las expectativas naturales que traía el pequeño son traicionadas, aparece el desencanto, junto al miedo de ser nuevamente herido. Y después de muchas experiencias similares, brota algo tan doloroso para el alma como es la resignación. Cuando ese ser tan pequeñito no se siente valioso ni bienvenido, se convertirá necesariamente en un ser humano sin confianza, sin espontaneidad y sin arraigo emocional. Todos los bebés son valiosos, pero sólo pueden saberlo por el modo en que son tratados. En los países “desarrollados”, las madres compramos libros sobre cómo dejarlos llorar hasta que se duerman y cómo abandonarlos en el vacío emocional sin siquiera tocarlos. Las madres jóvenes desconfiamos de nuestra capacidad innata de criar a nuestros hijos, y desoímos los “motivos” que tienen los bebés para transmitir señales que son inconfundiblemente claras. La idea básica alrededor de esta moda estima que satisfacer las necesidades de un bebé los convierte en “malcriados”, aunque paradójicamente, obtenemos una y otra vez el resultado opuesto al esperado, es decir, bebés cada vez más necesitados o “demandantes”. Cuando a la noche el niño está solo sin percibir ningún movimiento, el “tiempo” aparece como un hecho doloroso y desgarrador si la madre no acude, a diferencia de las vivencias pretéritas dentro del útero donde toda necesidad era satisfecha instantáneamente. Ahora la espera, duele. Sólo le resta llorar hasta dormirse. Y desplegar su ser envuelto en miedo, desconfianza, rabia, soledad y dolor.

Cómo sanar la falta de fusión emocional

Estando dispuestos a ofrecer toda nuestra capacidad de estar a favor del otro, porque nunca es demasiado tarde. Si un niño de tres años pide que su mamá lo alce en brazos, es porque lo necesita. Si ya no es “adecuado” a su edad, no importa, aparentemente lo sigue necesitando, tal vez no lo obtuvo suficientemente cuando era aún más pequeño. A lo largo de toda la infancia, es decir hasta los catorce o quince años, los niños son capaces de reclamar lo que precisan. Generalmente requieren presencia, caricias, cercanía con el cuerpo de sus padres, mirada, atención y dedicación. Eso es todo. Es muy simple. Si un niño de ocho años llora porque no quiere quedarse solo en la escuela, es lo que le hace falta. Merece alguien de su confianza que lo acompañe. Tal vez no estuvo suficientemente acompañado en el pasado. Nadie pide lo que no necesita. A medida que pasan los años, esas necesidades no satisfechas siguen operando con la misma intensidad que en sus comienzos. Pero los adultos estamos cada vez menos dispuestos a comprender los mensajes, sobre todo repitiendo la frase “ya eres grande”. O la de peor categoría: “eso es una regresión”. Sin embargo, cuando devenimos adultos, exploramos diversos caminos de sanación, y en todos ellos, la consigna es “regresar”. Todas las terapias, y sistemas de búsqueda personal están basados en la capacidad de regresar a los lugares que quedaron vacíos de afecto y de cobijo. La experiencia de recordar las vidas pasadas, el propio nacimiento en esta vida, las vivencias de la primera infancia, más todas las técnicas de respiración y de meditación, las técnicas corporales de todo tipo, la astrología, las técnicas de adivinación y todas las estrategias intelectuales desde Freud hasta la fecha; suman casi todo el abanico de modalidades al alcance de los adultos que desean comprenderse un poco más. Utilizando cualquiera de ellas, necesitamos regresar. Porque regresar es entrar una vez más en fusión emocional. La fusión emocional, cura. La fusión emocional, sana.

Promoción: las Sesiones de EFT y PNL son una manera muy rápida y efectiva en que puedo ayudarte para eliminar y liberar para siempre de tu vida no sólo emociones negativas y limitantes que te tengan bloqueado, sino miedos, fobias, trauma y hasta enfermedades de cualquier tipo que puedas haber somatizado en tu cuerpo físico, desde alergias hasta cancer. Si te sientes en un caos interno, EFT puede darte otra visión y aportarte la claridad y la sanación que necesitas para el principio de ese cambio. Ahora todo se pone de tu parte para que puedas Vivir en la Alegría, la Paz y el Amor, experimentando cada instante desde tu Corazón. Te invito a la acción y a experimentar ya lo que tal vez llevas tiempo deseando. He sido testigo de cómo una sola sesión por Skype puede marcar una diferencia grande en la Vida de otra persona. Es lo más gratificante de mi labor.

skype : nuria.sancho.fortuny







Cómo cambiar aquello que nos duele

¿Qué pasa con la mayoría de personas que quieren cambiar y no pueden, leen libros, asisten a seminarios, van a terapia Psicológica pero no logran realmente cambiar? Esto es más normal de lo que te puedes imaginar por lo tanto este artículo te ayudara a entender la razón. Tal vez uno de los más grandes deseos del ser humano es hacer cambios intencionales en sí mismo que le permitan no solo liberarse de cargas emocionales poco útiles en su vida, sino también encontrar en el cambio una herramienta para lograr sus más grandes metas. Es fácil encontrar personas que dicen que no pueden cambiar, que lo han intentado muchas veces y ha sido en vano, pero, ¿realmente se puede cambiar? La maravillosa noticia es que la respuesta es SI, toda aquella persona que desee cambiar un comportamiento, liberarse de una emoción, evitar cierto tipo de reacciones o simplemente aprender a orientar su mente hacia el éxito, lo puede lograr sin duda alguna, es algo que la Psicología, la Neurociencia y la Programación Neurolingüística pueden afirmar, al encontrar que es cuestión de reprogramar los patrones mentales de la persona que lo han llevado a una conducta determinada, o a permanecer emocionalmente inestable, lo cual se logra por medio de técnicas que generan cambios a nivel inconsciente y así mismo a nivel consciente, generando nuevas formas de pensar y alternativas de comportamiento que permiten moverse de una forma más efectiva en el mundo a través de una renovada actitud. La neurociencia nos dice que podemos cambiar la mentalidad al crear nuevas conexiones neuronales en el cerebro y fortalecerlas con nuestro pensamiento, por tal motivo, el verdadero cambio personal tiene su base fundamental en el cerebro y en su maravillosa creación que es la mente, en medio de uniones entre las neuronas y sustancias químicas que producimos al pensar y al comportarnos de determinada manera. Para facilitar un poco la comprensión de este tema tan importante para ti, la razón de las conductas y sentimientos del ser humano están relacionadas con lo “adictos” que nos volvamos a dichas emociones, es decir, cada vez que pensamos fabricamos sustancias químicas que recorren nuestro cerebro a través de las neuronas, y llegan a todo el organismo manifestándose por medio de emociones. Por tal motivo, el cambio personal está directamente relacionado con la manera como pensamos y es allí donde está el verdadero secreto del cambio, ya que hay una asociación directa entre nuestros pensamientos y nuestras emociones, es decir, las segundas son producto de los primeros, así que si en algún momento tienes un pensamiento de tristeza solo un instante después te sentirás triste, pues como dice el Dr. Joe Dispenza; “el problema está en que en el momento en que te sientes de la manera que estás pensando empezaras a pensar de la manera en que te estás sintiendo, produciendo más sustancias químicas en el cerebro que nos reafirmaran dicha emoción sin que podamos eliminarla ya que se convirtió en acto repetitivo inconsciente”. Es de esta manera como la persona termina diciendo que no puede cambiar, ya que sus emociones se convierten en un ciclo continuo que llevan a que se produzcan determinadas conexiones neuronales que inundan el cerebro y el organismo de sustancias químicas que finalmente llevan a la persona a decir que ella es así y que no puede cambiar, sin darse cuenta que lo que pasa es que se volvió “adicto” a sus propias emociones, es decir, a sus propias sustancias químicas cerebrales y conexiones neuronales que en definitiva si han determinado su personalidad ya que su organismo se ha acostumbrado al nivel de dichas sustancias químicas reaccionando siempre de la misma manera.
La mejor y más básica forma de generar cambios en nuestras emociones radica en ser conscientes de lo que pensamos continuamente, el ser humano tiene aproximadamente 60.000 pensamientos al día, de los cuales no es consciente de la inmensa mayoría, estos pensamientos están generándole emociones de las que no se da cuenta que proviene del tipo de pensamientos que está manteniendo en su mente. Un ejercicio sencillo para empezar a interrumpir el ciclo negativo de nuestras emociones radica en identificar cada sentimiento o emoción que tenga en determinado momento e inmediatamente observar cuales son los pensamientos que hay en tu mente en ese momento, si te das cuenta que son negativos interrúmpelos inmediatamente y cambialos por pensamientos positivos que permitan generar una emoción diferente. Con la práctica empezaras a notar verdaderos cambios. Mi intención con este blog es ayudar a que todos entendamos poco a poco que podemos realizar cambios significativos en nuestra vida, partiendo de hacer cambios en nuestro interior que se traduzcan en el logro de nuestras metas más anheladas.

Pararse a identificar los pensamientos negativos que enturbian nuestra mente de una manera obsesiva y transmutarlos en positivo para dejarlos marchar es un ejercicio muy saludable y recomendable para conseguir su liberación emocional. Si nos tomáramos el tiempo de observar dichos pensamientos negativos que nos quitan la paz, en lugar de intentar "distraerlos" viendo la tv o estando enganchados al ordenador, menos centrarnos en aquello que realmente nos preocupa, podríamos identificar las emociones que hay detrás de este patrón mental repetitivo, para finalmente liberarlas y recuperar la tranquilidad. Sobrevivir al bombardeo de estímulos, especialmente en grandes ciudades, plantea una gran dificultad a la hora de "parar la mente y mantenernos en nuestro centro a pesar de los pesares". La frenética actividad mental no es por tanto una decisión del individuo, en la mayoría de los casos, sino parte de la gran vorágine del día a día. Cada vez es más necesario encontrar momentos para estar con uno mismo a diario. "Espacios para Ser sin más" sin ningún tipo de exigencia, ni de juicio, sino de escucha y de liberación mental y emocional. Algunas personas saben muy bien cómo encontrar estos momentos, haciendo deporte, paseando, escuchando música, entre otras aficiones. Otras personas no lo tienen tan claro, y ahí es donde toca parar a escucharse y a probar los diferentes caminos que ofrece la vida para poder encontrar esos ratitos de bienesta interesante tomar apuntes semanales sobre los pensamientos y sentimientos que nos embargan para reflexionar sobre ellos y hacer un seguimiento de su evolución. Un ejercicio que requiere de una sinceridad total con uno mismo, ya que tendemos al auto-engaño para intentar conseguir auto-aceptación, enredando aún más nuestra madeja mental. Si nos tomáramos en serio estas reflexiones podríamos sacudir de la mente los pensamientos negativos que nos atormentan. Es interesante identificar estos pensamientos como energías vivas que intentan echar raíces en nuestro corazón. Al pararnos a cuestionarnos esas emociones y transmutarlas en positivo, desaparecerán de nuestra mente porque no les hemos dado opción a que crezcan. En el caso de que dichos pensamientos negativos hayan sido retroalimentados por nosotros y envenenados con la constancia de nuestro malestar, entonces será más costoso reconocer esta tendencia auto-destructiva, pero al hacerlo podremos liberar esos pensamientos mediante el perdón propio y ajeno. Tomar conciencia de la responsabilidad de nuestros propios pensamientos, de nuestra conducta y de nuestra vida para vivir de una manera plena, en lugar de simplemente estar aquí... es un reto, una elección individual libre que cada persona tiene que enfrentar en la escuela de la vida. Es hermoso recordar la fuerza de nuestro espíritu para, conectándonos con nosotros mismos, poder liberar mediante el perdón y la toma de conciencia, todos los pensamientos negativos que nos atormentan, mermando nuestra energía inútilmente y por tanto el derecho innato a vivir en paz y armonía.

Promoción para EFT por teléfono o por Skype:

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nuria.sancho.fortuny@gmail.com



Law of Atraction.

Working Richer, Not Harder




The idea of multiple streams of income sounds great, yes? If you lose one stream, you have others flowing in still. The problem is—especially with a lot of entrepreneurial-types—people don’t think about the kind of income they want to create.
You can have multiple sources of income and still play the role of worker-bee. Anybody who has had two or three jobs at a time knows that. Multiple incomes won’t mean much to your freedom if you still have to work like a dog for it. The difference is between linear and residual income.
Linear means you work once, you get paid once. That’s a job. Residual means you work once, and you get paid hundreds or thousands of times.
How do you know if you’re earning residual income? When you woke up this morning, were you richer than when you went to bed last night? If the money flows in while you sleep, this is a good thing. Duh! That’s always been the goal, yes?

It may sound like another one of those classic no-brainers, but frankly most people don’t get this concept. They end up working for years and years, trying to figure out how to make some money, but don’t ask the question, ‘Is it residual income?’ If it’s not residual income then don’t do it, because it takes you too slavery, not to freedom.



If you’re going to starve in order to do something—to create some kind freedom for yourself—then only do things that will take you to the kind of freedom you want. Most people end up starving doing linear income, so they have to keep going back to work. And every time they go back to work, they’ve got to get their daily fix of distraction after spending all their time making little money for themselves while the people who own the company they work for take the lion’s share. They don’t have any time left over when they get home to create any kind of streams of income that can last while they’re sleeping.
Here’s another problem people have—fear and uncertainty. You’re not going to know how to do what you want to do before you do it, and most people are waiting to know enough to be able to take action and go do it, which will never come.
You didn’t learn to drive a car by watching a video, did you? You got in the car, sputtered between the brake and the gas—driving your parent somewhere between frightened and resigned—but then you finally got pretty good at it. The things you want to do you have to do!
Everybody wants to be a millionaire, but only a few people will do whatever it takes.
Most people are stuck into these little straight-jackets about what’s right and what’s reasonable
A lot of people say, ‘Well, that idea I had to start a business was just a thought.’
Someone else once said, “No thought can reside in your brain rent free.” Every thought has a consequence. Some of those thoughts are very expensive!
And they cost our time, our enjoyment of life. A simple twist in how we look at the income game. How do you maximize your time and energy? How do you take what is already available to you right now to the next level?


Source: Harv Eker

CROMOTERAPIA

Mediante el uso imaginativo del color, es posible realizar todo tu potencial y fomentar el bienestar espiritual, psicológico y físico, o la salud en su sentido verdadero. Estas breves pautas te ayudarán a poner más color en tu vida.
El ROJO proporciona energía a los pies, las piernas, la pelvis, las articulaciones de la cadera, la base de la columna vertebral la próstata, los testículos y el tracto urogenital. Estimula la actividad física y la vitalidad, los sentimientos de seguridad, estabilidad, confianza en uno mismo y calor.
Para tener más rojo en tu vida: Inhala rojo; visualiza rojo; medita en el color rojo, flores, gemas y cristales rojos; usa ropa roja; rodéate de rojo; coloca a tu alrededor y usa gemas y cristales como granate, rubí, jaspe rojo, hematites, turmalina negra y cuarzo ahumado; emplea los aceites esenciales Mirra, Pachuli y Vetiver en quemadores, inhaladores, masajes yagua para bañarse; Ingiere carnes rojas, vegetales y frutas de cáscara roja, como rábano, pimiento rojo, jitomate, cerezas, fresas, frijol colorado, chiles rojos y especias como clavo, comino, chile, y ají de Cayena. Usa cualquiera de los anteriores en habitaciones o edificios en que se necesita. un aumento de actividad física y en cuartos de juego de niños; si te sientes cansado, agotado o físicamente débil; si tienes frío; si estás empezando con un resfriado; si tienes problemas de movilidad física, dolor o rigidez en las piernas; si tienes ciática; si sufres de dolor de la parte baja de la espalda; si tienes venas varicosas; si tienes mala circulación; si estás anémico; si tienes problemas reproductivos; si eres estéril; si eres impotente; si tienes problemas de próstata; si te sientes solo, sin apoyo e inseguro.

No uses: ROJO en niños o adultos hiperactivos, violentos o agresivos, en situaciones de trabajo donde se emplee maquinaria potencialmente peligrosa, donde sea necesaria la concentración, para leer o en alcobas: si estás enojado o te sientes agresivo; si estás sangrando o sufres de hemorroides;
si tienes heridas y cortadas inflamadas; si tienes heridas infectadas;

si sufres de presión sanguínea alta; si tienes problemas cardiacos;

si tienes vista cansada; sí eres propenso a los accidentes; si quieres relajarte.

El ANARANJADO proporciona energía a hígado, bazo, páncreas, riñones y vejiga. Estimula el metabolismo, la digestión, la desintoxicación, la inmunidad a las enfermedades, las energías físicas y emocionales, la sexualidad, el desempeño atlético y los apetitos físicos, y regula el azúcar y el equilibrio de líquidos del cuerpo.

Para tener más anaranjado en tu vida: inhala anaranjado; visualiza anaranjado; medita en el color anaranjado, flores, gemas y mineral es anaranjados; usa ropa anaranjada; rodéate de anaranjado:

coloca a tu alrededor y usa ámbar, cornalina, coral, y venturina durazno; emplea los aceites esenciales Sándalo, Cardamomo y Jengibre en quemadores, inhaladores, masajes y agua para bañarse; Ingiere naranjas, mandarinas, chabacano, melón, caqui, papaya, zanahoria, pimiento anaranjado, lentejas y especias como canela, clavo, jengibre y ginseng.

Usa en cuartos de juego, de ejercicio, estudios de baile y salones deportivos, o donde tienen lugar reuniones sociales; si tienes poca energía; si te sientes letárgico o cansado; si quieres aumentar la vitalidad; si quieres fortalecer tu sexualidad; si te sientes deprimido; si estás inhibido; si necesitas más energía para hacer frente a las demandas de las actividades cotidianas; si quieres sentirte feliz; si quieres ser juguetón y divertirte; si quieres estimular tu apetito; si tienes problemas de vejiga o infecciones del tracto urinario, como cistitis; si tienes reumatismo; si te falta impulso sexual; si tienes sentimientos de insuficiencia sexual; si no experimentas el orgasmo; si tienes dificultades menstruales o disfunciones femeninas, como infecciones vaginales, quistes ováricos, endometriosis, fibroides.

No uses:

ANARANJADO en tocadores; si tiendes a comer o beber en exceso; si te excedes en las actividades sexuales o deportivas; si tienes alguna adicción;

si empleas estimulantes; si sufres de náuseas; si tiendes a ser discutidor, enojón o irritable; si tienes problemas intestinales, síndrome de intestino irritable, colitis, pancreatitis, diabetes, problemas de riñón o hígado, hepatitis, problemas de vesícula biliar o disfunción de la glándula suprarrenal; si sufres de incontinencia; si quieres relajarte.

El AMARILLO proporciona energía a las glándulas suprarrenales, el sistema nervioso simpático y, por lo tanto, los músculos, el latido cardiaco, la digestión y la circulación. Estimula el tracto digestivo, la actividad mental la claridad mental, el razonamiento verbal y el poder de voluntad.

Para tener más amarillo en tu vida: inhala amarillo; visualiza amarillo; medita en el color amarillo, flores y minerales amarillos; usa ropa amarilla; rodéate de amarillo; coloca a tu alrededor y usa citrino, topacio, ojo de gato, circonio amarillo, jaspe amarillo, oro y topacio oro; emplea los aceites esenciales de

Citronela y Limón en quemadores, inhaladores, masajes y agua para bañarse;

Ingiere pimientos amarillos, maíz, toronja, melones, plátanos, limones, piña, huevos, queso, lentejas amarillas, garbanzos especias como cúrcuma, macís, mostaza y azafrán. Usa en cuartos de lectura y estudios, donde tengan lugar reuniones sociales y se requiera conversación alegre, y para decorar habitaciones y edificios en que trabajen niños con dificultades de aprendizaje; si sufres de fatiga mental; si te sientes mentalmente embotado; si tu toma de decisiones es deficiente; si tu memoria es mala; si necesitas concentrarte; si tienes un examen; si tienes dificultad para aprender; si necesitas ser objetivo; si te sientes nervioso o temeroso; si te sientes impotente Y sumiso; si quieres sentirte optimista y seguro; si tienes mala digestión.

No uses:

AMARILLO con niños y adultos hiperactivos, con trastornos de conducta o agresivos; si te sientes inquieto; si tienes problemas por la tensión o un trastorno relacionado con la tensión; si no te puedes desconectar en lo mental; si quieres descansar Y relajarte; si sufres de insomnio; si eres agresivo o sueles ser violento; si sufres de trastornos estomacales;

si sufres de úlceras estomacales, indigestión aguda o náusea.

El VERDE proporciona energía a la glándula timo. Estimula el corazón, los pulmones, los bronquios, los brazos, las manos, la piel, la circulación secundaria y el sistema inmune. Favorece los sentimientos positivos, la compasión y la sensibilidad.

Para tener más verde en tu vida: inhala verde; visualiza verde; medita en el color verde, plantas, gemas y minerales verdes; usa ropa verde; rodéate de verde;

camina en el campo, compra plantas para casa, dedícate a la jardinería; emplea los aceites esenciales Pino, Bergamota, Melisa en quemadores, inhaladores, masajes y agua para bañarse; coloca a tu alrededor y usa esmeralda, malaquita, turmalina, ágata verde, berilo, jade verde, venturina verde, crisoprasa y cuarzo rosa; usa cobre; Ingiere todas las frutas y verduras verdes, aguacate, pera, olivas y frijoles mung.

Usa en cualquier habitación, edificio, taller o estudio en que sea deseable paz y tranquilidad, se necesite sensibilidad o las actividades que impliquen contacto físico;

si necesitas calmarte; si estás ansioso; si te sientes amargado o resentido hacia otras personas o tienes problemas en tus relaciones; si te resulta difícil darte a otros; si te falta compasión; si quieres aumentar tu sensibilidad; sí te sientes 'fuera de contacto'; si estás trabajando con las manos; si tu corazón no está en ningún aspecto de tu vida o trabajo; si tienes hipertensión; si tienes problemas cardiacos; si tienes problemas circulatorios; si tienes problemas respiratorios, como asma o bronquitis; si sufres de inmunodeficiencia; si tienes tumores, cáncer o SIDA; si tienes artritis o reumatismo; si sufres de alergias; si tienes trastornos de la piel; si tienes una enfermedad crónica; si tienes problemas de la parte alta de la espalda o de hombros.

No uses:

VERDE en laboratorios o habitaciones en que se necesite pensamiento analítico imparcial; si tienes una enfermedad auto-inmune.

El AZUL CIELO proporciona energía a la glándula tiroides y, en consecuencia, al metabolismo, el control de la temperatura del cuerpo. Estimula la voz, la expresión personal, la comunicación, la responsabilidad personal y la audición. Para tener más azul en tu vida: inhala azul; visualiza azul; medita en el color azul, el cielo, el mar, el agua, el color azul, las flores, gemas y minerales azules; usa ropa azul; rodéate de azul; coloca a tu alrededor y usa las gemas y minerales turquesa, crisocola, topacio azul, sodalita, aguamarina, azurita y cianita; emplea los aceites esenciales Lavanda, Manzanilla y Geranio en quemadores, inhaladores, masajes y agua para bañarse;

Ingiere pescado, frutas de cáscara azul, como ciruelas y arándanos, y espárragos.

Usa en recámaras, tocadores, clínicas, cualquier habitación o edificio que se emplee para procedimientos clinicos, lecherias, frigoríficos; si necesitas calmar tu mente o nervios; si deseas relajarte; si deseas enfriarte fisica, mental o emocionalmente; en casos de fiebre; si sufres de insomnio; en casos de conmoción; si estás sangrando; si tienes furúnculos, hemorroides, cortadas o heridas inflamadas o sépticas, quemaduras por fuego o por el sol; si tienes glándulas inflamadas; si sufres de psoriasis, enfermedades o irritaciones de la piel; si tienes picaduras o mordeduras de insectos; si tienes problemas de oído, nariz o garganta; si tu voz es débil o pierdes la voz; si no puedes elevar la voz; si sufres vergüenzas; si tienes un impedimento del habla; si tienes rigidez del cuello; si tienes dolor de cabeza por tensión o migraña.

No uses:

AZUL CIELO si sientes frío y escalofríos; si tienes deficiencias de la tiroides o metabolismo lento.

El AZUL OSCURO ó INDIGO proporciona energía a la glándula pineal. Estimula la parte inferior del cerebro, el sistema nervioso central y el sistema endocrino, en especial las hormonas serotonina y melatonina. Por lo tanto, estimula la actividad hormonal de todo el cuerpo, los procesos inconscientes, la imaginación, la visión, la intuición y las habilidades psíquicas. Para tener más índigo en tu vida: inhala índigo; visualiza índigo; medita en el índigo y el azul oscuro, el cielo al anochecer, los minerales y gemas azules; usa ropa índigo; rodéate de índigo; coloca a tu alrededor y usa gemas y minerales como lapislázuli, sodalita, zafiro y azurita; emplea los aceites esenciales Pachulí e Incienso en quemadores, inhaladores, masajes y agua para bañarse;

Ingiere verduras y frutas de color azul oscuro, como berenjena, ciruelas y uvas.

Usa en habitaciones en que tienen lugar la contemplación y la meditación;

si necesitas calmar tus nervios; si estás agitado; si tienes problemas para dormir;

si te sientes inquieto; si necesitas pensar con claridad y visión; si careces de imaginación; si necesitas usar o desarrollar tu intuición; si sufres de migraña;

No uses:

AZUL OSCURO ó INDIGO en cuartos de juego o centros de actividad física; si estás deprimido; si sufres de Trastorno Afectivo Estacional, trastornos de la alimentación, como anorexia y bulimia nerviosa, esterilidad o irregularidades menstruales; si tienes una enfermedad mental; si tienes pesadillas; si te sientes melancólico y triste; si temes los fenómenos paranormales o psíquicos: si estás tomando sedantes.

El PÚRPURA O VIOLETA proporciona energía a la glándula pituitaria. Estimula la parte superior del cerebro y el sistema nervioso, la creatividad, la inspiración, la estética, la habilidad artística y los ideales elevados. Si quieres tener más púrpura en tu vida: inhala púrpura o violeta; visualiza púrpura o violeta; medita en el color púrpura, flores, montañas, gemas y minerales púrpuras; usa ropa púrpura y violeta; rodéate de púrpura o violeta; camina en las montañas; coloca a tu alrededor y usa amatista, alejandrina, sugalita, fluorita púrpura, selenita, diamante, cuarzo transparente y aragonita; emplea los aceites esenciales Lavanda, Elemi e Incienso en quemadores, inhaladores, masajes y agua para bañarse; Ingiere frutas y verduras de color púrpura, como berenjena, uvas, espárragos y col roja. Usa cuando quieras inspirar actividades artísticas, creativas, estéticas e imaginativas y la espiritualidad, facilitar la concentración clara, la conciencia y meditación; en teatros, salones de clases de los niños; si necesitas inspiración; si te falta imaginación; si necesitas claridad mental y de propósito; si deseas meditar; si deseas dedicarte a la visualización; si deseas desarrollar la espiritualidad; si te falta fe en ti mismo, en otros o en lo divino; si has perdido la fe; si estás luchando por encontrar significado y propósito a la vida; si estás deprimido; si sufres de parálisis o condiciones debilitantes, como esclerosis múltiple.

No uses:

PÚRPURA O VIOLETA en habitaciones que se empleen para entretenimiento o donde desees alentar la conversación, o en habitaciones y edificios ocupados por personas con enfermedades mentales, en especial de los que sufren de alucinaciones, despersonalización o con tendencia a retraerse; si tienes problemas psicológicos graves; si tienes problemas con alcohol o drogas; si te sientes enajenado.

Sanación del Alma, cortando Lazos Kármicos que atan




Si nunca cortas con los lazos kármicos hacia los demás y hacia los patrones kármicos que sólo te traen sufrimiento, siempre vivirás con tu energía de vida y eterna completamente sesgada... Hasta que no cortes todos estos lazos, que puedes tener cientos, o miles... no volverás a tener 100% TU ENERGÍA.

¿Cuanto tiempo esperas para recuperar aquello que te pertenece naturalmente?

Realiza la figura del ocho o infinito, y coloca en medio del ocho, entre tú y el patrón kármico o persona con la que realizas el corte, la llama violeta como fuego ardiendo para la transmutación en el más puro amor divino para todas las partes integrantes.

Utiliza las imágenes que aquí pongo si te sirven de ayuda.

Núria Fortuny


“Dos personas que mantienen una estrecha relación invariablemente proyectan parte de sí mismas en la otra persona, de modo que ninguna de ellas es un individuo claramente delineado y separado. Si llegaran a cortar los lazos que las unen sin que se haya logrado un retiro de cada una dentro de su propio espacio, el resultado sería confuso, pues cada una seguiría cargando con las proyecciones de la otra, como una superposición que cubriría el yo real. Para remediar esta situación se nos entregó la Figura del Ocho.”

Phyllis Cristal: “Cortando lazos que atan”

1- El Ejercicio de la Figura del Ocho

Se usa para llevar a la persona a una relación íntima con su propio espacio y territorio antes de cortar los lazos energéticos que lo mantienen unido a sus padres (y a las personas que lo criaron, en caso de que no hayan sido sus progenitores). Esto no sólo libera de una dependencia malsana, sino también de la programación, a menudo negativa, hecha por los padres, la que puede haber seguido activa en un profundo nivel inconsciente. Esta técnica se utiliza para cortar con patrones kármicos como patrones de conducta. No sólo se utiliza para purificar los lazos que nos atan a personas, como nuestros padres, parejas, o semejantes. Sino que se puede cortar con el patrón kármico de la manipulación por parte de tu matriarcado, el abandono, el dolor, el que te ignoren, el que te traten con indiferencia, el sufrimiento, la sensibilidad, el dinero, etc....
Instrucciones:
Vamos a trabajar con el primer corte de lazos que se debe realizar. El de los progenitores, a menos que exista otra circunstancia más apremiante, como una expareja que no te deja vivir y no para de mandarte lazos kármicos invisibles que se manifiestan a través de la realidad en forma de llamadas, tocadas de narices... volcadas de mierda hacia tí... Si aguantas todo eso, es tu libre albedrío. Pero no tienes porqué...

1. Antes de cortar los lazos existentes entre tú y tus padres, deberás practicar este ejercicio diariamente, al menos durante 14-15 días para cada progenitor:
OCHO
Ponte cómod@, relájate y cierra los ojos. Imagina que estás trazando a tu alrededor un círculo, en el piso, con un radio correspondiente al largo de tu brazo con los dedos extendidos. Visualiza este círculo como un tubo de luz dorada como la luz del sol. Cuando te veas a ti mism@ en el centro del círculo de luz dorada, comienza a visualizar un círculo similar frente al tuyo, que lo toque apenas pero que no se superponga con él. Asegúrate de que cada uno de ustedes quede situado en el centro del círculo. Cuando puedas visualizar claramente ambos círculos claramente y a ustedes dos ubicados en el centro de su propio espacio, visualiza una luz azul pálida de neón fluyendo alrededor del tubo dorado, comenzando por el punto donde ambos círculos se unen y moviéndose en el sentido de las agujas del reloj, primero alrededor del círculo en el que está tu progenitor justo frente a ti, y volviendo a donde los círculos se tocan. Ahora observa la luz azul que continúa por el lado izquierdo de tu propio círculo, hasta aparecer por tu derecha y volver al punto inicial, describiendo la figura de un ocho. Sigue observando este flujo de luz azulada con tu visión mental, por todo el tiempo que puedas mantener esta imagen sin esforzarte. La duración varía de una persona a otra, pero rara vez se puede mantener más de dos minutos.

Esta azulada luz de neón atraerá magnéticamente todo tu ser hacia tu propio círculo y el ser de tu padre o madre, al de ellos, de modo que cada cual ocupará plenamente su propio territorio separado. Este ejercicio debe ser repetido con regularidad cada día, hasta que fluya fácilmente, asegurando así que el mensaje de que deseas convertirte en un individuo independiente penetre en tu mente subconsciente y en la de tu progenitor. La mente subconsciente entiende con mayor facilidad imágenes y símbolos que palabras, pero tendrán que repetirse de manera regular, como para que el mensaje que se busca sea recibido y llevado a la acción. Los mejores momentos para emitir estos mensajes son aquellos en los que uno acaba de despertarse o cuando está próximo a dormirse, ya que se está más cerca de la mente subconsciente. Una vez que hayas establecido la imagen bastará con un corto periodo de práctica durante unos dos minutos en la mañana y en la noche. Durante el resto del día puedes ayudar un poco a mantener en movimiento la Figura del Ocho visualizándola de vez en cuando.

Fórmulas alternativas (en caso de que no te resulte fácil visualizar o prefieras algo más tangible)

A) Dibujar dos círculos en una hoja de papel, poniendo tu nombre o iniciales en el círculo de abajo y el nombre o iniciales de tu progenitor en el círculo de arriba. Con un lápiz azul traza la figura del ocho durante dos minutos por la mañana y por la noche.
B) Recortar dos círculos grandes de papel o tela y ponerlos uno frente a otro. En uno te sientas tú y en el otro pones una fotografía de tu progenitor y traza con el dedo la figura del ocho imaginando el brillo de la luz azul.

2. Haz una lista de atributos positivos y negativos de tus progenitores para ayudarte a ver con más claridad la forma en que fuiste programado desde la niñez y de qué manera reaccionabas ante ellos: imitándolos o rebelándote.

Toma una hoja de papel para cada progenitor, divídela en dos columnas. A la izquierda anota todas las características o hábitos ante los cuales reaccionabas negativamente y a la derecha todos los rasgos que te hacían reaccionar positivamente o con admiración. Estas listas toman tiempo y exigen paciencia, de modo que es importante no apurarse ni tampoco tratar de darles fin de una sola vez. Los puntos más obvios habitualmente vienen a la mente de inmediato, pero son los pequeños y sutiles los que a menudo fijan las impresiones indelebles en los niños; es frecuente que se olviden o que hayan sido suprimidos, por lo cual surgen más lentamente del subconsciente, una vez que los aspectos más llamativos han aflorado.

Inmediatamente después de llevar a cabo esta técnica del ocho o infinito, es necesario realizar la técnica del Corte de Lazos.

2- Ejercicio de Corte de lazos que atan




Una vez hecho el ejercicio de la figura del ocho, para que la intención no se quede sólo en la consciencia, sino que llegue a todas las capas del inconsciente, se realiza la segunda parte.

Personalmente la integro ya desde los primeros días de realizar la figura del ocho o infinito, para luego al realizar el corte, haber aligerado cargas.

Ponte cómod@, relájate y cierra los ojos. Cubre tus ojos con una bufanda o chal liviano para que puedas percibir con más claridad cualquier tipo de imágenes que puedan aparecer en tu mente. Ahora imagina un lugar en el que te sientas cómod@ (una arboleda sombreada, la cima de una montaña, a los pies de un árbol, en una hamaca, el interior de una caverna, tu propia habitación, etc.) Elige si quieres que sea de día o de noche y visualiza el sol o la luna en el cielo o en el techo, según el caso. Visualiza un rayo de luz solar o lunar que cae sobre ti y dirígelo hacia los dedos de los pies. Deja que caiga sobre ellos y suéltalos tanto como te sea posible, ordenándoles que se abran para recibir la luz que te relaja, te sana, te purifica y te da energía. Siente la luz como una corriente tibia y sendante que poco a poco va llenando toda la planta de los pies y va subiendo por tus piernas, por todo tu tronco, por los brazos, por el cuello y por la cabeza. Comienza a sentir que la luz penetra en cada hueso, cada músculo, cada nervio y cada célula, relajando, sanando, purificando y reenergizando allí donde haga falta.

Ahora respira profunda y lentamente tres veces, inhalando más luz y desechando cualquier tensión que pudiera quedar. Si por cualquier razón sintieras que se van acumulando tensiones en cualquier parte de tu cuerpo durante lo que vas a visualizar a continuación, ten en cuenta que pueden indicar una condición psicosomática relacionada con lo que estés experimentando en el momento. Es frecuente que con solo ver la conexión entre lo que ocurre con tu cuerpo y lo que estés experimentando internamente en tu imaginación, se logre hacer desaparecer el síntoma físico.

Conéctate mentalmente con la Conciencia Superior, o con la divinidad como tú la concibas y pide ser guiad@ desde allí. Ahora visualiza los dos círculos de la Figura del Ocho con la que ya trabajaste durante las dos semanas previas. Entra en uno de ellos e invita mentalmente a tu progenitor a entrar al otro. Infórmale a la imagen de tu progenitor (expareja, patrón kármico...) que el ritual que vas a realizar los va a liberar a ambos, para que cada cual pueda seguir con su propia vida como un individuo separado y que ya no serán arrastrados por los lazos que aún les atan. Ahora visualiza esos lazos que unen tu cuerpo y el de tu progenitor. Confía en la imagen que te venga a la mente en un primer momento (pueden ser lazos que vayan del ombligo de tu progenitor al tuyo, o de los genitales, por ejemplo; puede ser un solo lazo o varios; pueden ser delgados o gruesos, tener una textura, etc.) Todas las particularidades que puedan aparecer en tu imagen son simbólicas y reveladoras.

Ahora imagina con qué objeto podrás cortarlas o separarlas (tijeras, cuchillo, espada laser, fuego, ácido, rayos de luz, etc.) Realiza el primer corte en medio del lazo y a continuación procede a eliminar lo que resta del lazo cortando el extremo adherido a tu cuerpo y al de tu progenitor. Visualiza ahora que colocas tus manos sobre la herida dejada por el cordón y pide a la Conciencia Superior que te envíe luz para sellar y cicatrizar. Visualiza que la luz desciende directamente sobre la herida de tu progenitor sellándola y cicatrizándola también.
Ahora mira los restos de los lazos en el piso y elige un método para deshacerte de ellos (puedes quemarlos, enterrarlos, disolverlos con ácido, etc.) para evitar que vuelvan a recolocarse para continuar con el patrón anterior. Una vez que hayas quedado satisfech@ sabiendo que haz hecho todo lo posible para borrar cualquier rastro de las antiguas ligaduras, agradece a tu progenitor lo que hizo para pasarte la vida de forma que pudieras habitar un cuerpo físico en la tierra y poder aprender todo lo que necesitabas aprender en esta vida. Agradécele también el hecho de que acaban de separarse.

Ahora pide perdón a tu progenitor (expareja, patrón kármico...) y perdónale tú a él o a ella por cualquier dolor que se hayan inflingido, ya sea consciente o inconscientemente. Comienza tú pidiendo perdón por las cosas específicas que acudan a tu mente una por una, verbalízalas o menciónalas mentalmente. Luego sigue el mismo sistema para perdonar a tu progenitor (expareja, patrón kármico...)  lo que consideres necesario. (Si posteriormente te acuerdas de algo más, puedes pedir perdón o perdonar en ese momento) Aunque resulte muy duro, es esencial que este acto de perdón se lleve a cabo como parte del proceso para quedar separado e íntegro. La falta de perdón puede fabricar nuevos lazos negativos. Si sientes que no puedes perdonar algo, solicita a la Consciencia Superior o a la Fuerza Divina dentro de ti que envíe ese perdón a tu progenitor (expareja, patrón kármico...) a través de ti.

Cuando termines, solicita a tu progenitor (expareja, patrón kármico...)  que siga adelante con su propia vida, liberado de la permanente tracción emocional que había entre ambos. Esta petición no significa necesariamente que no habrá contacto posterior entre ellos; de hecho, la mayoría encuentra que, por el contrario, la relación pierde su carga emocional y se vuelve más satisfactoria. En caso de exparejas, éstas suelen dejar de agobiar, incordiar, llamarte, etc...

Visualiza un triángulo cuyo vértice superior es la Conciencia Superior y cuyos vértices inferiores son tú y tu progenitor. De esta forma, la Conciencia Superior es quien los conecta de una forma adecuada. Ahora visualiza una despedida adecuada, solicítale que te bendiga, recibe su bendición y después observa a tu progenitor saliendo de la escena.

Imagina que te desvistes y te bañas (en un lago, río, cascada o mar), eliminando los patrones, hábitos o actitudes negativas que hayas adoptado de tu progenitor y que habrás traído a la memoria mediante la lista de rasgos negativos que hiciste anteriormente. Una vez que sientas que estás limpi@, sal del agua y corre, salta o vuela para secarte expresando con júbilo tu nueva libertad. Ahora visualiza una túnica blanca que usarás como ropaje hasta que hayas establecido un conjunto de nuevos atributos propios. O si te sientes movido internamente, busca de una vez tus nuevas vestiduras.

Recoge tu vieja ropa, símbolo de tu niñez y tu dependencia y quémalas o destrúyelas de alguna otra forma.

Por último, da las gracias a la Conciencia Superior por haber dirigido la sesión y regresa a la consciencia de tu cuerpo moviéndolo poco a poco antes de abrir los ojos.

Recuerda que tu participación activa en la creación de estas imágenes es tu medio para llegar a tu subconsciente. Mientras más vívida sea la imagen y mayor la emoción involucrada, más profundamente se graba el nuevo mensaje en el subconsciente y por ende, con mayor celeridad se hará efectivo.

Durante los tres días posteriores es posible que experimentes emociones mezcladas, como dolor y tristeza mezclados con alivio, así es que no te inquietes ya que esta es una reacción muy común y pasará muy pronto. También es recomendable no hablar con nadie sobre esta meditación, ya que la energía emocional necesita ser contenida para darle la oportunidad de estabilizarse, solidificarse y hacerse realidad. Hablar muy pronto sobre la experiencia puede provocar que la energía se desvanezca, en especial si el interlocutor se muestra escéptico o expresa dudas al respecto.

Para concluir, escribe una carta o en una hoja de papel a tu progenitor (expareja, patrón kármico...) , expresando tu liberación, pero no la envíes. Guárdala sólo para ti. De esta forma la carta pasará inadvertida a la mente consciente de la persona a quien va dirigida, pero llegará a su subconsciente. Es mejor escribirla cuanto antes, después del corte, cuando la poderosa emoción despertada por el ritual aún esté presente. Cuanto mayor sea la emoción que se vierta en la carta, más profundo será el efecto que provoque, tanto en quien la escriba como en aquel a quien va dirigida, pues la energía que se requiere para llevar el mensaje al subconsciente es la emoción. Esta carta deberá incluir una repetición de lo que se haya declarado en el ritual, respecto a que cada persona ahora queda libre para vivir como individuo separado. No deberá contener nada negativo como críticas o reproches, concentrándose únicamente en la libertad que ambas personas comienzan a experimentar ahora.

Fuente:
Olga Menéndez: Rompiendo lazos
Phyllis Cristal: “Cortando lazos que atan”, Ed. Devas 2005, Argentina